¿Si tengo una hernia discal he de operarme? 

Es frecuente que algunos pacientes con hernias discales sean sometidos a cirugía sin que esta sea estrictamente necesaria. Esto puede deberse a varios factores, como una mala interpretación de la severidad de los síntomas o una evaluación insuficiente de los tratamientos conservadores. Muchos estudios destacan que la cirugía no siempre es la mejor opción, especialmente cuando los síntomas no son graves o los pacientes no han agotado todas las alternativas de tratamiento no invasivo.

¿Cuándo no es necesaria la cirugía?

En la práctica, se observa que algunos pacientes son operados pese a que sus síntomas podrían mejorar con fisioterapia, medicamentos o cambios en su estilo de vida. El problema radica en que la cirugía a veces se presenta como una solución rápida y efectiva para el dolor, pero no siempre se consideran los efectos a largo plazo o los posibles riesgos.

Varios estudios sugieren que la gran mayoría de los pacientes con hernia discal, especialmente aquellos sin déficits neurológicos graves o sin signos de compresión severa, pueden mejorar con tratamientos conservadores. Un artículo de The Lancet mostró que hasta el 90% de los pacientes con ciática causada por una hernia discal leve o moderada pueden evitar la cirugía y obtener una recuperación completa en un plazo de 6 a 12 semanas​.

Riesgos de operar innecesariamente

Operar cuando no es necesario puede exponer al paciente a riesgos innecesarios, como:

  1. Complicaciones quirúrgicas: Infecciones, daño a los nervios, pérdida de sangre o problemas con la cicatrización. Las complicaciones pueden surgir en alrededor del 10% de los casos, y algunas de estas requieren reintervenciones​.
  2. Falta de mejoría a largo plazo: A largo plazo, no siempre hay diferencias significativas en el alivio del dolor entre pacientes operados y no operados. Por lo tanto, los pacientes que optan por la cirugía sin necesitarla pueden someterse a riesgos sin obtener un beneficio adicional​.
  3. Recurrencia de la hernia: Aproximadamente entre el 5% y el 15% de los pacientes pueden experimentar una recurrencia de la hernia discal tras la cirugía, lo que en algunos casos lleva a la necesidad de nuevas intervenciones​.
  4. Daño nervioso permanente: En casos extremos, la cirugía puede provocar daños a los nervios, causando debilidad o entumecimiento permanentes.

Beneficios de evitar la cirugía cuando no es necesaria

Evitar una operación innecesaria no solo protege al paciente de los riesgos mencionados, sino que también fomenta una recuperación más natural y progresiva. La fisioterapia y otros tratamientos conservadores no solo abordan el dolor, sino que también fortalecen los músculos del tronco y mejoran la postura, lo que reduce la probabilidad de futuras lesiones en la columna​

En resumen, aunque la cirugía puede ser muy efectiva en casos graves de hernia discal, se debe evitar en aquellos casos donde los síntomas son leves o moderados y el paciente puede mejorar con tratamientos conservadores. Los riesgos de una operación innecesaria pueden superar los beneficios, por lo que siempre es importante evaluar todas las opciones antes de recurrir a la intervención quirúrgica.

Bibliografia

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