El dolor neuropático

¿Qué es el dolor neuropático?

El dolor neuropático es una condición crónica que surge debido a una disfunción o lesión en el sistema nervioso, ya sea a nivel central (cerebro y médula espinal) o periférico (nervios que recorren el cuerpo). Se caracteriza por sensaciones anormales como ardor, hormigueo o descargas eléctricas, y a menudo no responde bien a los tratamientos convencionales para el dolor.

El dolor neuropático afecta aproximadamente al 7-10% de la población, con una prevalencia mayor en personas con enfermedades metabólicas como la diabetes, pacientes con lesiones medulares o personas que han sufrido cirugías o traumatismos nerviosos. En España, se estima que alrededor del 20% de los pacientes con dolor crónico tienen un componente neuropático, lo que representa un desafío tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes.

Dolor neuropático y su impacto en la vida diaria

El dolor neuropático no solo afecta la calidad de vida, sino que también puede influir en el estado emocional, el sueño y la funcionalidad del paciente. Muchas personas con dolor neuropático experimentan limitaciones en su vida cotidiana, como dificultad para caminar, sostener objetos o incluso soportar el roce de la ropa sobre la piel.

Debido a su complejidad, es esencial abordar este tipo de dolor con un enfoque multidisciplinar que combine tratamiento médico, fisioterapia y estrategias de educación al dolor.

El dolor neuropático se caracteriza por una amplia variedad de síntomas que pueden variar en intensidad y duración. A diferencia del dolor nociceptivo (causado por una lesión en los tejidos), el dolor neuropático se origina directamente en el sistema nervioso.

Algunos síntomas comunes incluyen:

  • Dolor tipo ardor o quemazón en una zona específica del cuerpo.
  • Hormigueo o sensación de corriente eléctrica en manos, pies o extremidades.
  • Alodinia: dolor intenso ante estímulos que normalmente no lo causarían (por ejemplo, el roce de la ropa o una brisa ligera).
  • Hiperestesia o hiperalgesia: sensibilidad aumentada al dolor.
  • Pérdida de sensibilidad o entumecimiento en ciertas áreas del cuerpo.

¿Cómo se clasifica el dolor neuropático?

El dolor neuropático puede dividirse en varias categorías según su origen:

  • Dolor neuropático periférico: causado por daño en los nervios periféricos (ejemplo: neuropatía diabética, síndrome del túnel carpiano, neuralgia postherpética).
  • Dolor neuropático central: consecuencia de lesiones en el sistema nervioso central (ejemplo: dolor tras un ictus, esclerosis múltiple, lesión medular).
  • Síndromes de dolor neuropático mixto: incluyen componentes de dolor tanto neuropático como nociceptivo

Al tratar el dolor neuropático, es crucial identificar su origen y evaluar los factores que lo mantienen o lo agravan. Aunque el dolor neuropático puede ser crónico, con un abordaje adecuado es posible mejorar la calidad de vida y reducir su impacto en el día a día.

Dado que el dolor neuropático no responde de la misma manera que otros tipos de dolor, la fisioterapia juega un papel fundamental en su tratamiento, ayudando a modular la sensibilidad nerviosa y mejorar la función del paciente.

El fisioterapeuta debe ser capaz de realizar una evaluación detallada para identificar los factores que contribuyen al dolor y diseñar un tratamiento específico. Algunas estrategias utilizadas en fisioterapia incluyen:

  • Terapia manual y movilización neural para mejorar la función de los nervios afectados.
  • Ejercicios específicos para mejorar la fuerza, la movilidad y la función neuromuscular.
  • Técnicas de desensibilización para reducir la respuesta anormal del sistema nervioso.
  • Educación en neurociencia del dolor, ayudando al paciente a comprender su condición y reducir el miedo al movimiento.

El dolor neuropático puede ser complejo, pero un enfoque adecuado y personalizado permite mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.