Las hernias discales son una de las principales causas de dolor lumbar y ciática. Sin embargo, lo que muchos pacientes desconocen es que no siempre requieren cirugía para mejorar. El cuerpo, en ciertos casos, tiene la capacidad de reabsorber parte o la totalidad del material herniado del disco. A continuación, exploramos cómo ocurre este proceso a través de tres estudios recientes.
1. Características y Mecanismos de la Reabsorción de Hernias Discales
En el artículo de Yu et al. (2022), se revisan las características de las hernias discales que pueden ser reabsorbidas y se analizan los mecanismos implicados. Los autores explican que la reabsorción espontánea es más común en hernias grandes y en aquellas que han migrado fuera del disco intervertebral. El proceso parece estar mediado por células del sistema inmunológico que reconocen el material discal como algo «extraño» y lo eliminan a través de la fagocitosis, un proceso en el que las células inmunes «digeren» el tejido herniado.
Además, este estudio señala que la neovascularización (formación de nuevos vasos sanguíneos) en la zona de la hernia es crucial para facilitar la llegada de células inmunes que intervienen en la reabsorción. Aunque este mecanismo no está presente en todas las hernias, parece ser fundamental en los casos de resolución espontánea.
2. La Respuesta Inflamatoria en la Reabsorción
En una línea similar, Cunha et al. (2018) se enfocan en el papel de la inflamación en el proceso de reabsorción. Según este estudio, el cuerpo inicia una respuesta inflamatoria controlada cuando ocurre una hernia discal. Este tipo de inflamación es clave para atraer células que degradan el tejido herniado, facilitando su eliminación.
No obstante, la inflamación excesiva o crónica puede ser perjudicial, prolongando los síntomas de dolor. Por eso, el equilibrio entre la inflamación que permite la reabsorción y el control del dolor es fundamental en la evolución clínica de los pacientes. Este estudio también señala que los tratamientos que interfieren demasiado con la respuesta inflamatoria natural (como algunos antiinflamatorios potentes) podrían, en algunos casos, inhibir la capacidad del cuerpo para reabsorber la hernia.
3. Tratamientos Innovadores que Promueven la Reabsorción
Más recientemente, Albert et al. (2024) analizaron un nuevo tratamiento que preserva la inflamación controlada en pacientes con hernias discales sintomáticas. Este estudio prospectivo incluyó un enfoque multimodal con imágenes avanzadas para evaluar la reabsorción discal en pacientes que recibieron este tratamiento. Los resultados mostraron que el manejo cuidadoso de la inflamación puede acelerar la reabsorción sin aumentar el dolor ni provocar daño adicional.
El tratamiento preserva la respuesta inflamatoria benigna necesaria para la eliminación de la hernia, lo que se traduce en mejores resultados clínicos y una reducción de la necesidad de cirugías invasivas. Este estudio aporta una visión innovadora para el manejo de pacientes con hernias discales y abre la puerta a nuevas terapias que podrían ser más conservadoras y efectivas.
4. Tiempo Estimado de Reabsorción y el Rol de la Edad
El tiempo que toma una hernia discal para reabsorberse varía según diversos factores, y uno de los más importantes es la edad del paciente. Los estudios han indicado que en personas jóvenes, especialmente menores de 30-40 años, la reabsorción puede ocurrir en un período relativamente corto, generalmente entre 3 y 12 meses. Esto se debe a que el sistema inmunológico es más eficiente y el proceso de neovascularización tiende a ser más activo en edades tempranas, lo que facilita la llegada de células fagocíticas que eliminan el tejido herniado.
Por otro lado, en personas mayores, el proceso puede ser más lento. A partir de los 50-60 años, la capacidad del cuerpo para regenerar vasos sanguíneos y responder a lesiones discales disminuye, lo que podría prolongar el proceso de reabsorción. En estos casos, el tiempo puede extenderse más allá de los 12 meses, y en algunos pacientes mayores, la reabsorción completa puede no ocurrir sin intervención médica.
Es importante destacar que el tamaño y la localización de la hernia también influyen en el tiempo de reabsorción, pero la edad juega un papel determinante en la capacidad natural del cuerpo para resolver este tipo de lesión.
5. La Importancia del Ejercicio Físico en la Reabsorción de Hernias Discales
Aunque los estudios mencionados no se centran directamente en el ejercicio físico, la evidencia sugiere que mantenerse activo puede favorecer el proceso de reabsorción. El ejercicio no solo mejora la salud general del paciente, sino que también puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación, lo que facilita un entorno óptimo para la recuperación.
Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o practicar yoga, son recomendados para pacientes con hernias discales, ya que estimulan la circulación sanguínea sin ejercer presión excesiva en la columna. Esto puede favorecer la neovascularización alrededor de la hernia, un factor importante en la reabsorción según Yu et al. (2022).
Además, el fortalecimiento del core y de los músculos que estabilizan la columna vertebral puede reducir la sobrecarga en los discos intervertebrales, lo que a largo plazo podría disminuir la posibilidad de que ocurran nuevas hernias. Ejercicios de estabilización lumbar y de movilidad también pueden ayudar a reducir el riesgo de dolor crónico.
Es crucial que el ejercicio sea supervisado por un fisioterapeuta o un especialista en rehabilitación para evitar movimientos o esfuerzos que puedan agravar la lesión. En definitiva, el ejercicio regular y adecuado puede jugar un papel preventivo y terapéutico en la recuperación de una hernia discal.
Conclusión
La reabsorción espontánea de las hernias discales es un proceso fascinante que implica tanto el sistema inmunológico como la inflamación controlada. Los estudios recientes han identificado factores clave que favorecen este fenómeno, como la neovascularización y una respuesta inflamatoria adecuada. Además, el ejercicio físico guiado puede contribuir de manera significativa a este proceso, mejorando la circulación y el control del dolor. Nuevos tratamientos que respetan estos procesos naturales podrían cambiar el enfoque terapéutico hacia estrategias más conservadoras y menos invasivas. Para muchos pacientes, la capacidad del cuerpo para autorrepararse ofrece una alternativa prometedora a la cirugía, especialmente en edades tempranas, donde el tiempo de reabsorción puede ser más corto.